Muchos son los que lo ignoran y sin embargo, es un concepto muy importante a tener en cuenta dentro de un estilo de vida saludable.
El Índice Glucémico (IG) mide la cantidad y la rapidez con la que un alimento es capaz de
aumentar la glucosa (el azúcar) en la sangre (la glucemia). A través del IG,
podemos identificar los carbohidratos buenos.
¿Qué tipos de hidratos de
carbono hay?
- Los hidratos de carbono simples o azúcares: la glucosa, fructosa (azúcar
típico en la fruta), lactosa (azúcar típico en la leche), entre otros, que
propician una más o menos rápida subida de la glucemia.
- Los hidratos de carbono complejos: El más característico es el almidón, se
trata de una larga cadena en la que los eslabones son las moléculas
anteriores (en el caso del almidón, sólo de glucosas). Algunos almidones,
se digieren muy fácilmente y propician también una relativamente rápida elevación
del azúcar en la sangre (como por ejemplo en el caso de la patata cocida).
Por su parte, otros almidones y féculas presentes en cereales integrales y
las legumbres, se digieren más lentamente, por lo que el aumento de la
glucemia se dilata más en el tiempo
Nota: La fibra aumenta de forma importante la
sensación de saciedad sin aportar apenas calorías y cuando está presente ayuda
a bajar el índice glucémico del alimento en cuestión.
Según objetivos
Pérdida
de peso: Si su objetivo es conseguir una
pérdida de peso debería ingerir mayor número de alimentos con bajo IG, con el
fin de no incrementar en exceso los niveles de glucosa sanguínea.
Por ejemplo,
se piensa que las nueces es un alimento totalmente contraindicado para personas
que persiguen una pérdida de peso, cierto es que este alimento posee un elevado
poder calórico y una cantidad elevada de grasas “buenas” (mono y
poliinsaturadas), pero su IG es de tan solo 15, quiere decir que provoca una
respuesta glucémica muy baja, por lo que comer 3-4 nueces (crudas) a media
mañana o como merienda se convierte en un tentempié perfecto.
Diabetes: Para personas diabéticas se
convierte en algo imprescindible ya que el consumir alimentos de elevado IG
provocaría una respuesta glucémica elevada (subida de azúcar), lo que podría
desembocar desmayos, nauseas, mareos e incluso en el peor de los casos un
coma diabético.
Deportistas: Para deportistas profesionales o
amateur que busquen mejorar su rendimiento en cualquier especialidad deportiva,
se ha demostrado que en determinados momentos de la prueba se mejora el
rendimiento con alimentos de alto IG más que con alimentos de bajo IG y
viceversa. Si quieres conocer con mayor profundidad cuáles son los alimentos
que te van ayudar a mejorar tu marca no te pierdas la segunda entrega de
nuestro artículo.
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